La reciente visita de Benedicto XVI a Madrid y la celebración de una misa ante 4567 seminaristas han llenado las pantallas de los noticiarios de medio mundo con imágenes del interior de ese templo dedicado al kitsch artístico que es la Catedral de la Almudena, y que es una visita obligatoria para poder testar las distintas derivas del arte religioso actual.
En este templo, a mano izquierda por la entrada habitual para fieles y turistas, en el transepto en el lado del evangelio, en uno de los pocos rincones oscuros de una catedral demasiado luminosa, junto a un retablo renacentista atribuido a Pedro Berruguete, se puede apreciar, no sin dificultad, el monumental cuadro dedicado a San Alonso de Orozco, pintado por Agustín Alegre.
El cuadro fue encargado por la Federación agustiana, a raíz de la canonización del misionero agustino por Juan Pablo II en 2002, y se bendijo en septiembre de ese año. Es sin duda una de las obras más destacables dentro de variopinto repertorio con el que se han ido amueblando las capillas del templo madrileño.
En youtube, tenorisimo1975 ha colgado una serie de visualizaciones musicadas de la obra del pintor turolense:
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